miércoles, 27 de enero de 2016

Cata a ciegas de Sauvignon Blanc - Encuentro con la reina del ácido

En 1975 The Who lanza al mundo la película basada en su ópera rock "Tommy". Historia lisérgica de un jóven en busca de su propio yo. El rock agradecido por una serie memorable de grandes canciones. Historia un poco tontona y un par de apariciones estelares que son como la frutilla del postre de un imperdible de la cultura del siglo veinte.
Uno de esos momentos es la aparición de Tina Turner. El cegatón Tommy trabaja en un club de strip tease y el evidente cocainómano del portero le arregla una visita con lo mejor del lugar. Tommy es llevado sin saber a las fauces de la diabla y recibe de su sabiduría algo que no entendía..
Ella dice. "Dejámelo un rato y vas a ver. Yo soy la Gitana, La Reina del Acido. Ya no será el mismo después de conocerme. Vas a ver como abro su mente." Hoy es sábado 23 de Enero de 2016 y empezamos el año con un reto complicado. Hoy los sommeliers nos enfrentamos a la Sauvignon Blanc, la reina del ácido de las cepas blancas. Nos tomará por asalto y seguramente no saldremos igual de ésta cita.

Que calor!

Rondamos los 40 grados por la tarde y por la noche nos vamos encontrando. El humilde domicilio del escriba oficia de punto de reunión, así que no encontraremos elogios al anfitrión como otras veces (aunque sean por demás merecidos).
Hay Sauvignon Blanc en 33 variantes. Hay de todas las zonas vinícolas de Argentina. Hay un par chilenas y 3 uruguayas. Y para colmo de gusto nos vuelve a acompañar el sensei Cesar Moreno. Que más se puede pedir?
Nuestra sommelier invitada de la fecha es Antonella Fontana, de sonrisa indeleble y descriptores sorprendentes, ampliaremos. Gracias a ella también por acompañarnos.
Estamos el Capitán Kaller, el Sommelier del Pueblo Tomassonni, Marcela "Penelope Glamour" Martinez, Dana Nuñez, Daniel Badalassi, Adrian Lombardo y Sole Bologna. Plantel casi completo para ésta noche de luna llena y acidez.
Y fuimos. Arrancamos la picada acompañando con una extrañeza por éstas tierras. Vino Verde de Pisano (uruguay). Fuera de cata y concurso. Un gusto conocerlo señor vino de aguja, fresco y chispeante para acompañar la picada preparada por la gran Sole Bologna.



La Sauvignon Blanc tiene fama de fresca. Es quizás la más ácida de las experiencias que nos podemos llegar a cruzar en una botella. Una idea personal es que el Sauvignon Blanc no debe ser un vino amable. Algo debe pasar que genere una movilización. No es para pasar el rato así nomás. Porque a la acidez le agrega una nota verde, como salvaje y el famoso pis de gato que nadie puede explicar, pero que se siente. Ruda además. Todas notas que irán apareciendo y que enfrentaremos con el pecho inflado y nuestra copa de cata siempre lista.
Podemos identificar en principio dos expresiones diferenciadas. Por un lado los hay los más frutales con notas de pomelo o maracuyá más amables y fáciles. Por otro estan los más herbáceos, como verdes, más complejos y rabiosos. Los hubo de los dos y en la mezcla todo se mezclo para dar el veredicto colectivo.
Hubo siete que resaltaron por sobre los demás. Siete botellas que sin dudas fueron las mejores lejos de las demás en puntaje y expresiones de los sommeliers.

Siempre hay una que es la mejor. Esta vez en una tórrida noche de enero proclamamos nuestro sauvignon blanc favorito al Fuego Blanco, Valle de Pedernal Sauvignon Blanc 2015. Lo que primero destacamos es la gran intensidad aromática. Parece raro al principio, como extraño a lo que veníamos sintiendo. Primero aparece herbáceo para dar lugar después a lo cítrico, en forma de limón o pomelo amarillo muy fresco, tiene una nota mineral y verde a la vez. En boca tiene una estructura importante, es untuoso, grande pero sin perder la frescura y cierta fiereza o aspereza mineral que da lugar luego al pomelo bien verde. Vino al que hay que degustarlo despacio, con muchas capas por descubrir. Muy recomendable para comer. Vino de la nueva zona vinícola de San Juan, gustó y ganó. Aplausos para un gran vino, quizás el tapado de la noche.


Después leyendo sobre él nos enteramos que fue vinificado con sus hollejos como si fuese vino tinto, de allí esas notas más verdes que no lográbamos identificar y la untuosidad en boca. Aquí alguien tiró el estrafalario descriptor "semilla de pomelo amarillo" que dió mucho que hablar. Yo lo banco y en realidad se trataba de la parte blanca de la cáscara del pomelo (llamada albedo).


En el segundo lugar quedó un clásico. Cegados por las novedades que año a año aparecen en las góndolas, a veces nos olvidamos de las grandes etiquetas de siempre que están ahí, pero a ciegas los fuegos artificiales no se ven y es cuando surge la verdad.




El segundo lugar fue para el Luigi Bosca Sauvignon Blanc 2015. Las anotaciones sobre sus aromas se inician casi todas con la referencia al "pis de gato" o cierto amoníaco que es característica de la cepa. También se destaca por su mineralidad y un toque de ruda. Además es frutal, como a pomelo y hasta un toquecito de banana pisada. Una nariz interesante podemos decir. En boca es largo, fresco, con muy buena acidez que entra de punta como debe ser. Es rico, tiene cuerpo importante. Es muy sauvignon blanc! Aplausos para el segundo escalón del podio que se los merece.

En el tercer lugar apareció el primer hermano chileno. El Marea Valle de Leyda Sauvignon Blanc 2011. Si 2011. Y sin saberlo elegimos entre los tres mejores a un sauvignon blanc evolucionado. De todas maneras los cinco años pasados le han caído perfecto. En nariz se presenta nítida la imágen de  los espárragos con limón muy fresco. Da hambre dicen algunos. además se suma una nota floral apenas nítida. En boca es muy untuoso pero con una acidez fresca que llena. Mantecoso le decimos algunos, pero sin molestar. Con los espárragos que siguen presentes y un retrogusto a pimiento bien verde. Un interesantisimo exponente chileno. En un estilo no habitual, poco frutado y más herbáceo al que estamos habituados.



Y subimos la montaña para el cuarto lugar. Desde allá arriba arañando las estrellas, de los Valles Calchaquíes elegimos al Colomé Lote Especial Sauvignon Blanc 2014. Salta ahora se presenta ante nosotros. Este señor vino aparece en nariz primero muy herbáceo. Aromas a pasto cortado, yuyo o campito. Aromas muy frescos. Después los espárragos o alcaparras bien verdes y todo sobre una nota mineral interesante. En boca es todo frescura, largo y rico con un ataque amargo al final que lo hace muy interesante junto a la acidez fresca del principio. Refrescante el salteño!



Quinto puesto para un argentino con alma de chileno. Dorado, el Tigre de los Rios, Valle de Casablanca by Vicentin Sauvignon Blanc 2014. Muy fresco y sabroso vino. Con notas verdes a espárragos o arvejas y luego la ruda asomando tiene una buena nariz. En boca es medio dulzón, pero con una acidez punzante y agradable potenciada por una pequeña punta carbónica que le da una vitalidad importante. Un gran sauvignon blanc hecho en argentina con uvas chilenas y que da un resultado excelente.


Y para el sexto lugar otro mestizo argentino-chileno. De Bodegas Renacer, Punto Final Sauvignon Blanc 2015. Bodega instalada en Pedriel, Lujan de Cuyo y vino hecho con uvas provenientes del valle de Casablanca en Chile. En boca es herbáceo, verde, con una ruda bastante presente. Aparece indómito. En boca sin embargo entra elegante, agraciado y gustoso. Con unos espárragos en el retrogusto y una nota un poco frutal que termina de redondear un gran vino.


Séptimo y para terminar el lote de los que se destacaron damos la bienvenida a Tonel 46 Sauvignon Blanc 2015 de Bodega Toneles. Con  notas de agua de azahar y lima, tranquilo, sin expresiones herbáceas demasiado notorias, en boca es donde estalla de sabores. Con una untuosidad fresca, acidez muy presente pero agradable. Es de los exponentes amables de la reina del ácido. A decir de Marcela Martinez: Piletero.


Algunas notas destacadas.
De entre los hermanos uruguayos llamó la atención el Marichal Premium Varietal Sauvignon Blanc 2015 sobre todo por ser frutado y fresco, quedando dentro de los diez primeros.
Hubo muchas decepciones, etiquetas que dábamos por hecho que estarían entre las primeras y ni figuraron. Y sobre todo ni aparecieron ciertos vinos de autor, que como moda estruendosa acaparan la atención de los vinófilos, pero que a la hora de sentarse a ciegas no respondieron a las expectativas creadas. A reflexionar sobre el punto a la hora de comprar.
Otra conclusión: La Sauvignon Blanc evidentemente se expresa con mucha fuerza en el Valle de Casablanca. A tener en cuenta.



Por último, alguien entendido en vinos puede explicar la nota "manos de niño que acaba de comer una galletita de chocolate y no se ha lavado"? Cualquier cosa consultar con la sommelier Fontana.
Terminada la cata comimos mollejas al disco con salsa de verdeo. Muy buen maridaje y conversación hasta entrada la madrugada. De postre un Tokaji Húngaro bien dulce para amenizar. Una noche de sufrimientos...



Seguiremos luchando por desentrañar los secretos del vino munidos de nuestra copa de cata. Tiranos temblad, que no cesaremos en nuestro intento.
La próxima es de Cabernet Franc, para los que dicen que no estamos a la moda. Abrazos a todos.
Para ver la lista completa de los vinos degustados, ir a
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