lunes, 9 de marzo de 2015

La Batalla del Torrontés

Sábado 28 de Febrero de 2015. Son las 20:30 horas del dìa tan esperado.  Desde temprano se ha ido sintiendo el nerviosismo y la ansiedad a través de comunicaciones virtuales. Los Medio Sommelliers están con los sentidos alertas y expectantes. Ha llegado finalmente la hora señalada. La Batalla del Torrontés ha dado comienzo.

La historia emipieza un par de meses antes. Antes aún de la degustación de vinos añejos. Charlando entre copas surge la inquietud, el deseo, de hacer una degustación de torrontés. La discusión deriva hacia la cantidad de vinos a degustar y la procedencia de los mismos. El empuje ve ganando lugar y se van sumando etiquetas a las propuestas. Finalmente la lista se hace tan larga que todos nos preguntamos si estaremos preparados para encarar el desafío. Es allí justamente cuando decidimos, no sin alguna duda, dejar de ser tibios e ir por todo.  
Y es así que los valientes luchadores se arremangaron y pusieron manos a la obra. Que tal no puede faltar, que yo consigo tal y cual. Que me quedó en el ropero una botella de tal. Todos aportaron a la causa. La lucha parecía desigual y el desafío un poco exagerado. Encontraremos finalmente el mejor torrontés del mundo? Ya se ve que los Medio Sommellier no nos andamos con chiquitas.
Sobre lo que no hubo muchas dudas fue en el menú. Empanadas salteñas  y humitas!  Exquisitez para el precalentamiento.
Copones. Fue una decisión grupal. Degustamos en copones y no en copa de cata. Dejamos un poco más libres a los amigos torronteses se puedan expresar relajados
Relajado también estaba el clima. Lola, anfitriona de gran fuste, nos invitó a compartir un rincón maravilloso de la ciudad, sobre la barranca del río Parana y vista privilegiada del Puente a Victoria. Noche estrellada. Mas no se podía pedir.
Bologna fue la encargada de la lectura inicial, especie de ritual de las degustaciones. Introducción con características, notas de cata, procedencia y otras características de la cepa a degustar.
Con todo preparado y con los vinos tapados empezamos nuestra degustación de 18 etiquetas de producción nacional a ciegas, casi todas al alcance de cualquier consumidor medio. Veamos que es lo que nos sucedió.
El torrontés es la única cepa de origen íntegramente argentino. Derivada tal vez de la Moscatel de Alejandría, tiene características muy particulares que la hacen reconocible y única. En nariz aparecen frutas blancas como duraznos junto con aromas a jazmin y quizás el inconfundible y único aroma a uva. Si, a uva. En boca no suele ser muy estructurado, tiene un comienzo dulzón, una acidez presente y un característico final amargo que la hace reconocible. Se toma bien joven y no se suele guardar en roble. Es de los emblemas patrios. Bandera de la vitivinicultura salteña, donde ha encontrado su lugar en el mundo.
Y entonces empezamos.
Cuando uno hace una de estas catas por cepas se imagina encontrando una y otra vez las mismas notas copa tras copa. Lo atrapante de éste tipo de catas es ir viendo como dentro de la misma expresión de cepa, cada muestra nos hace entrar en un mundo diferente. Cada copa es única y da lugar a la discusión y las sorpresas.  Aclaración: Los Medio Sommellier hacen catas a ciegas y hacen anotaciones individuales, pero sobre todo discuten cada muestra en el durante la degustación. Nos preguntamos, nos discutimos y nos aprobamos las percepciones de los demás. Los Medio Sommellier nos ayudamos.
En el caso de la Batalla, copa a copa no encontramos con varias diferencias. La primera y más notable fue la división entre los torrontés estilizados, suaves, elegantes que en general expresaban jazmines y tenían una acidez controlada, de los torrontés más salvajes, duros, herbáceos o con el conocido aroma a uva verde que expresan más la tierra y con una acidez más marcada. Cada quien busca y encuentra lo que le gusta.
Aparte los hubo más frutales, más florales y más salvajes. Hasta hubo alguno extraño que nos hizo aparecer indubitablemente la pimienta blanca. Ampliaremos.
Y por último aparecieron aquellos pocos pasados por madera, con más estructura y con manteca en nariz y boca. Algo desacostumbrado pero interesantísimo. También ampliaremos.
El principio fue auspicioso. Discutimos y aclaramos dudas. Nos escuchamos y entendimos a cada vino. Pasadas las muestras el cansancio iba ganando la pulseada. Como maratonistas que se dan ánim, debimos echar mano a arengas varias y ayudas indispensables para seguir. La imagen del km 18 surgio en algún momento.
También surgió la escatológica  y loca historia de que el torrontés nació de una semilla defecada por cierto monje que la trajo entre las tripas desde su España natal. Prefiero no explayarme sobre el tema a los fines de evitar opiniones que quizás puedan herir susceptibilidades.

Al final de todo hubo cuatro ganadores.


Laborum Torrontés Oak Fermented 2013: Descripto como de aromas florales intensos y frutales a duraznos blancos y melón. En boca de estructura media, frescos aromas de boca frutales y acidez controlada. En éste hubo unanimidad. El que más gustó.  Coindimos, un torrontés tìpico, expresión formada del varietal.
San Pedro Yacocuya Torrontés 2013: Fue la última muestra (la Nª 18) y aquellos que ya no querían saber nada con otro vino se despertaron con éste ejemplar aromáticamente intenso de notas florales  y frutales. La uva presente, asi como también la ensalada de frutas. Bien en nariz e intenso y largo en boca. Buenisimo final de cata para éste torrontés también salteño hecho a medias entre Etchart y Rolland. Grandes nombres para un gran vino.
Colomé Torrontés 2013: Un infaltable que nos dejó boquiabiertos. Flores blancas, duraznos blancos, untuoso en boca con persistencia frutal y acidez bien ubicada. Otro y excelente vino salteño.
Kamak 2014: Sorpresa y media apareció el catamarqueño por el que nadie daba demasiado entre los cuatro primeros. En aromas flores y cítricos. De marcado dulzor inicial, buena acidez no demasiado marcada y largo final. Habrá que prestarle atención a éste señor desconocido.
Aparte son de destacar algunos cosas.
No hubo demasiada diferencia en puntaje entre las dos puntas de la producción de bodegas Etchart. El Privado clásico de las mesas argentinas perdió por muy poco con su hermano mayor y de gama alta (Gran Linaje). Es cierto que cada uno con sus armas. Salvaje, indómito, primario el hermano  pobre. Elegante, un dandy refinado y perfumado el hermano rico.
Los mendocinos no se destacaron en puntajes, pero si en la búsqueda de cierto refinamiento y sobriedad. Menos acidez, mas fáciles de tomar quizás.  Salta es la que manda en éste segmento. Zuccardi Serie A nos dio esa experiencia untuosa y mantecosa en boca. Un alivio quizás a tanta acidez. Por su parte Trumpeter  nos metió en un mundo aromático especial, también con poca acidez y untuoso. Otras búsquedas.
Patron Santiago Torrontés fue un caso aparte. En todas las anotaciones aparece la misma palabra. Raro. Especiado. Si, especiado. Pimienta Blanca! Sin lugar a dudas era pimienta blanca lo que aparecía en nariz. Sin aromas frutales. Gustó mucho. Bien.
Había un extranjero infiltrado. De producción uruguaya no logró acercarse a la calidad de las etiquetas nacionales. Una rareza que quedó solo en eso.
Quedaron un poco relegadas etiquetas conocidas como Colovatti, Ciclos, Coquena o Piatelli. Es de destacar igual que las diferencias entre unos y otros fueron minimas y que como toda puntuación grupal no es concluyente.
Quedará tambien para el recuerdo la frase de Daniel lanzando improperios contra la cepa. Ya sabemos que lo dice en caliente y que ante una botella de exquisito torrontés no se echará atrás.
Mención especial y medalla de honor para los tres valientes guerreros que estoicos guardaron las armas pasadas las cinco de la mañana. Aplausos para Toma, el primer sommellier,, Bernado, el gran capitán y Lola la anfitriona de lujo.
Y así termina otra pequeña
historia de éstos gladiadores de los sentidos. Valientes guerreros munidos de sus copas de cata y sus sacacorchos de dos tiempos que no se darán por vencidos y arremeterán sin dudar frente a cada uno de los desafíos que se le aparezcan por delante. 
Y el próximo ya tiene nombre. Concierto de Tannat. 
Saludos a todos.